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Dos personas regando, haciendo crecer la economía sostenible.

¿Qué distingue la economía azul de la economía verde? 3 diferencias clave

El cambio climático que vivimos actualmente nos obliga a replantear los modelos económicos tradicionales. Gracias a esto hemos visto surgir nuevos conceptos como la economía verde y la economía azul. Aunque ambas buscan reconciliar el cuidado del medio ambiente con el crecimiento económico, tienen diferentes enfoques y áreas de aplicación. En este blog exploraremos sus diferencias y cómo cada una es importante para un futuro sostenible en la región.

Diferencias clave

Objetivos

Los dos modelos tienen un objetivo principal similar centrado en el cuidado del ambiente y mejorar la productividad económica; es decir, «mejorar el bienestar humano y la equidad social, reduciendo al mismo tiempo los riesgos ambientales y los daños ecológicos«. Sin embargo, los objetivos secundarios que las llevan a este punto difieren. Mientras que la economía verde se centra principalmente en la reducción de la huella de carbono mediante prácticas sostenibles en todos los sectores productivos, la economía azul pone su énfasis en la practicidad y asequibilidad de la sostenibilidad, así como el aprovechamiento responsable de los recursos marinos.

Los productos creados bajo la economía verde son fuente de críticas, pues solo un sector de la población puede adquirirlos debido a los costos detrás de su producción. En consecuencia, el objetivo de la economía azul en lo referente a la producción es evitar el desperdicio y utilizar todos los recursos disponibles de manera inteligente, innovadora y creativa.

Amplitud de enfoque

La diferencia en objetivos entre los dos modelos también los lleva a tener enfoques diferentes. La economía verde es más amplia que la azul. Se centra en la sostenibilidad ambiental en general, promoviendo el desarrollo económico sin comprometer los recursos naturales ni el bienestar de las generaciones futuras. Implica la transformación de sectores como la energía, la agricultura, la construcción y el transporte hacia prácticas más sostenibles. Por otro lado, la economía azul se enfoca especialmente en los océanos y recursos marinos, promoviendo su uso sostenible para el desarrollo económico.

Sectores de actividad

La economía verde, al ser más amplia y general, ve aplicaciones a través de diversos sectores, como la energía renovable, agricultura ecológica, prácticas agrícolas sostenibles, gestión sostenible de los recursos y desperdicios, entre otros. En cambio, aunque la economía azul se puede adaptar a diferentes ambientes, suele verse en práctica en actividades relacionadas a los recursos marítimos, como el comercio, turismo costero, pesca y acuicultura sostenible, y energía marina.

Importancia en la región

Los dos modelos son fundamentales para el futuro sostenible de nuestra región. A pesar de que enfrenta grandes desafíos, la economía verde es clave para combatir el cambio climático y proteger los ecosistemas. La transición ecológica que plantea este modelo puede ser el motor de crecimiento y empleo en el futuro cercano. Por ejemplo, el economista Juan Vázquez Zamora afirma que, si se invirtiera 3% más en sectores verdes en América Latina, se podría crear hasta un 10% más de empleo.

Por su parte, la economía azul tiene un enorme potencial para impulsar el desarrollo económico limitando el daño a los océanos y costas de la región de forma práctica. Esto es especialmente en países que necesitan de sistemas resilientes, como Perú, ya que la economía azul «fortalece la resiliencia económica, social y ambiental en diversos territorios del país; desde un conocimiento local, ético y global.» Es decir, este modelo no solo promueve la sostenibilidad, sino que también potencia la capacidad de adaptación frente a las crisis ambientales y económicas.

Fuentes: