Greenwashing - Arte

¿Qué es el greenwashing y cómo se puede evitar?

La crisis ambiental es tomada cada vez más seriamente debido a sus repercusiones, de las cuales ya estamos viviendo algunas. Si no se toman acciones para aliviar el daño que hemos hecho al ambiente, las condiciones de vida en el planeta no serán las mismas. Es por eso que las personas han tomado una mayor conciencia sobre la sostenibilidad, y tanto gobiernos como empresas buscan maneras de aplicarla. En nuestro blog sobre el marketing verde exploramos una de estas maneras. Sin embargo, también resaltamos la importancia de llevar a cabo el marketing verde responsablemente, o arriesgarse a caer en greenwashing. En esta ocasión, profundizaremos en qué es, cómo nos afecta, y cómo se puede evitar.

¿Qué es el greenwashing?

El greenwashing es la práctica de difundir mensajes falsos, tergiversados o exagerados sobre el beneficio ambiental de un producto o servicio. De esta manera, las empresas pretenden ganarle a un sistema que exige acciones para lidiar con la crisis ambiental, así como aprovecharse de los consumidores conscientes. El término fue acuñado por el ambientalista Jay Westerveld en un ensayo publicado en 1986. Notó esta práctica en su visita a Fiji, donde el hotel pedía a los huéspedes reusar las toallas para «salvar el planeta». Esta práctica no solo ahorraría costos al hotel, sino que disfrazaría su expansión hacia zonas con ecosistemas sensibles en la isla.

Con el paso del tiempo, ser una empresa verde se ha vuelto más importante. Actualmente, se estima que un 73% de consumidores consideran la sostenibilidad de una marca al comprar, lo que a la vez ha llevado a que el greenwashing sea muy mal visto. Sin embargo, esta práctica sigue siendo parte de nuestra realidad. Las empresas han aprendido a ser sutiles para evitar grandes escándalos, pero el público e instituciones se han vuelto, en respuesta, más minuciosos. A continuación, veremos algunos ejemplos contemporáneos del greenwashing.

Presentación engañosa

Una forma común de greenwashing está en la presentación del mismo producto con, por ejemplo, imágenes de la naturaleza, haciendo que el público la asocie con un producto y asuma que existe un compromiso con la sostenibilidad. Muchas marcas de agua embotellada caen en esto, a pesar de ser algunas de las que más contribuyen a los desperdicios plásticos, o incluso dañan al ambiente drenando fuentes de agua ecológicamente sensibles. Frente a esto, los consumidores europeos han denunciado a las embotelladoras Coca-Cola HBC, Danone, y Nestlé por greenwashing en noviembre del año pasado. Sus quejas caían sobre las imágenes usadas en las botellas, así como las etiquetas de «100% reciclable» y «100% reciclado», cuando la cifra real en la Unión Europea es aproximadamente 55%.

Las etiquetas son justamente una parte de la presentación donde más se suele engañar al público, ya que el consumidor promedio no sabe cuántos ni qué certificados existen, o la regulación detrás de ellos. Algunas empresas inventan etiquetas con logos que dan la impresión de ser parte de certificados oficiales. Otras practican el ‘etiquetado de ingredientes’, donde resaltan el uso de uno o más componentes sostenibles en un producto, pero no dan una idea completa sobre cuán eco-amigable es un producto. Los certificados de peso, como B Corp u Okeo Tex no permiten esta práctica.

Discurso falso

Otra manera aún más recurrente de greenwashing se da en el discurso detrás de un producto. Algunas simplemente juegan con las palabras. Aunque técnicamente no dan declaraciones falsas, tampoco informan sobre acciones concretas en beneficio del ambiente. Por ejemplo, como se mencionó en el caso de las embotelladoras, decir que un envase de plástico es «100% reciclable» (diferente a reciclado) realmente no dice nada. El envase no está necesariamente hecho de material ya reciclado, ni tampoco da instrucciones sobre las mejores maneras de reciclar dicho envase. De hecho, pone la responsabilidad de reciclar sobre el consumidor. Es común ver esto en envases de plástico para productos de limpieza, las que precisamente suelen tener una mezcla de químicos que dificultan el proceso de reciclaje.

También se aprovecha la falta de regulación para realizar ciertas declaraciones y etiquetados. Por ejemplo, en la industria del cuidado de piel, un producto puede ser señalado como hipoalergénico a pesar de que provoque alergias, mientras lo haga con menos frecuencia que otros productos. Similarmente, la palabra «natural», según la regulación de la FDA estadounidense, puede significar lo que la empresa quiera. Se usan muchos ingredientes naturales en la fabricación de productos, pero esto no da ninguna información sobre la sostenibilidad detrás o si es positivo para el consumidor. Lo mismo sucede con palabras como «orgánico», «limpio» y «libre de químicos».

En otros casos, la empresa simplemente miente para ocultar la verdad sobre la magnitud del impacto ambiental que tiene un producto.

La sostenibilidad como cortina de humo

Toda actividad humana, en mayor o menor medida, tiene un impacto en el ambiente. En lugar de mentir al respecto, algunas empresas optan por usar la sostenibilidad para distraer al público sobre este hecho, o venderse como ‘verdes’ cuando, haciendo un balance, contaminan más de lo que ayudan. Esta fue la práctica que Westerveld notó y que llevaría al nacimiento del término greenwashing, y que sigue existiendo hasta ahora.

Estudios recientes señalaron a Nestlé, Coca-Cola, PepsiCo, Danone, entre otras compañías grandes de comida y bebida, como los mayores contribuidores a desperdicios plásticos. En medio de este escrutinio, Nestlé lanzó este año una campaña ‘ecoamigable’ en India a través de su marca Maggi. Esta es un llamado a los consumidores para reciclar los recipientes de plástico de la marca. Aunque sí es necesario concientizar a las personas, demuestra una falta de compromiso por parte de la marca para tomar acciones por el ambiente. Incluso si se cumpliera y todos sus consumidores reciclaran este producto, tiene un efecto minúsculo comparado al daño ambiental que Nestlé provoca.

Alternativamente a realizar campañas propias, las empresas también suelen resaltar sus inversiones en proyectos para proteger el ambiente. Sin embargo, a diferencia de la compensación de la huella de carbono, que es transparente y asume completa responsabilidad por la contaminación, las empresas que caen en greenwashing destacan inversiones que no cubren todo el daño que ocasionan. Incluso cuando estas inversiones son hechas con un propósito auténtico de ayudar, aún es necesario que tomen responsabilidad y cambien sus procesos para minimizar realmente la huella de carbono a largo plazo. Como señala Courtney Lindwall para el Concejo de Defensa de Recursos Naturales, o NRDC por sus siglas en inglés, «no hay bosques suficientes en el planeta para compensar por toda la contaminación causada por las empresas«.

¿Cómo se puede evitar?

La crisis ambiental es un tema serio, el público espera que las empresas lo tomen con la responsabilidad que merece. El greenwashing termina en escándalos mediáticos y un daño a la reputación que lleva al aumento del odio hacia una marca, así como la percepción de hipocresía. Este efecto se extiende rápidamente, en lo que se conoce como bad word of mouth, ya que las emociones negativas, conocidas por ser más impactantes que las positivas, llevan a los consumidores a expresar y compartir sus experiencias con mayor frecuencia.

Compromiso serio

La mejor manera de evitar caer en greenwashing es adoptando un enfoque genuino y transparente hacia la sostenibilidad. Una de las herramientas más usadas y útiles son los reportes de sostenibilidad, donde las empresas detallan sus esfuerzos, objetivos y estrategias relacionados a esta área. Estos reportes siguen estándares internacionales, incluyen datos cuantificables y métricas claras, lo que no solo ayuda a la empresa a demostrar su compromiso, sino también a construir una imagen de credibilidad. Además, es importante someterse a auditorías externas que puedan verificar las afirmaciones hechas en los reportes o en campañas. De esta manera, las empresas fomentan la confianza con sus clientes y otros grupos de interés.

Sin embargo, no solo las empresas deben demostrar su compromiso hacia la sostenibilidad. Los gobiernos también deben tomar acciones para favorecer el bienestar de las personas y la protección del medioambiente, más allá de las regulaciones y propuestas. Incluso estas entidades pueden caer en el greenwashing si todo queda en palabras. Las promesas realizadas durante la COP 28 (Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático) en noviembre del 2023 han sido cuestionadas por representantes de los países más vulnerables ambientalmente, así como de otras organizaciones presentes. Tina Stege, enviada de las Islas Marshall, señaló después de la conferencia: «La promesa no puede blanquear las imágenes de países que al mismo tiempo están expandiendo su producción de combustibles fósiles.» Al igual que a las empresas, caer en compromisos falsos o insuficientes costará a los gobiernos su aceptación y credibilidad.

Regulación

Como hemos mencionado, las entidades gubernamentales también tienen una responsabilidad hacia la protección del medio ambiente. A través de la regulación y su aplicación se puede evitar el greenwashing. Una nueva directiva del parlamento europeo tiene como objetivo empoderar a los consumidores, abordando las prácticas engañosas que puedan afectar su toma de decisiones de consumo sostenible. Esta prohíbe las afirmaciones genéricas y aquellas que no pueden demostrarse con información precisa, así como los distintivos sobre sostenibilidad poco transparentes y prácticas relacionadas a la  obsolescencia temprana de productos. Aunque la normativa aún no entra en vigor hasta 2026, y cada país miembro debe adaptarla para que pueda ser cumplida ese mismo año, sirve como un marco de referencia para la comunidad internacional.

Mientras tanto, en Perú, Indecopi publicó la Guía de Publicidad Ambiental en octubre del 2023, con el objetivo de promover la publicidad verde responsable, y así evitar el greenwashing. Las afirmaciones hechas en material publicitario deben ser debidamente acreditadas y, en caso de encontrarse en falta, se puede aplicar una multa de hasta 700 UIT, o aproximadamente 3,5 millones de soles. Entre 2020 y julio de 2023, Indecopi ha realizado más de 800 investigaciones preliminares por este tema.

Fuentes

¿Qué es el videomarketing y por qué importa?

Los negocios han estado utilizando videos para promocionarse y educar a su audiencia desde hace décadas. Actualmente, gracias a la tecnología y las redes sociales, es más fácil que nunca crear y difundir vídeos. Por eso, el videomarketing se ha vuelto una estrategia esencial para las empresas y profesionales que desean tener una buena presencia de marca. En este blog, explicaremos qué es el videomarketing, por qué es esencial y cómo se puede implementar.

¿Qué es el videomarketing?

En su forma más básica, es el uso de vídeos para promocionar y difundir un producto o servicio. Sin embargo, puede ser mucho más. Search Engine Journal define el videomarketing como «aprovechar vídeos para educar, entretener y comprometer a la audiencia para lograr los objetivos de tu empresa o personales.» Hoy en día, el videomarketing incluye toda clase de videos, desde transmisiones en vivo hasta testimoniales. Se ha convertido en una de las mejores maneras para impactar a una audiencia, y ya ha sido adoptada por el 91% de negocios online.

El videomarketing ha evolucionado desde sus inicios a mediados del siglo pasado. Existen distintos tipos, incluyendo spots, detrás de cámaras, testimoniales, videos explicativos y demostrativos. Además, con los cambios producidos por las redes sociales y smartphones, se han vuelto populares nuevos formatos como los livestreams y cortos verticales. Una prueba de ello es el éxito de TikTok, que ha llevado a otras redes a apostar por formatos similares, como los reels de Instagram y shorts en YouTube. Estas empresas cuentan con que más marcas y organizaciones creen contenido que se adapte a este formato. De hecho, en su análisis a principios del año, HubSpot estimó que el 30% de marketeros que no hacen videos verticales cortos empezarán a hacerlo este año.

El videomarketing educa, entretiene y compromete al público a través de videos.

¿Por qué es importante?

Mejor conexión con la audiencia

Los videos son un formato mucho más fácil de digerir para la mayoría de consumidores. Los humanos somos visuales, capaces de responder en 13 milisegundos a las imágenes. Por lo tanto, el videomarketing es una excelente estrategia para captar la atención de los usuarios, que es cada vez más difícil de retener. Además, hecho correctamente, crea una conexión única: atrae los sentidos del público, evoca emociones y se vuelve memorable para la audiencia. Esto lleva a que se comparta con otros, ampliando así su alcance a clientes potenciales.

Mayor reconocimiento de marca

Una marca se puede beneficiar con la conexión que se crea a través del videomarketing a tal punto que los mismos consumidores la busquen. Recordamos cinco veces más lo que vemos que lo que leemos, por lo que crear contenido que conecte y presente la información adecuada es una manera perfecta para que las personas empiecen a reconocer su marca. Además, actualmente los videos pueden ser difundidos a gran escala y rápidamente en distintos canales, como YouTube, redes sociales, sitios web, entre otros. Esto mejora la visibilidad de la marca.

Aporta al ranking SERP y SEO

Un vídeo en su página web aumenta el tiempo que los visitantes pasan en su página, lo que ayuda a la optimización de su sitio en los motores de búsqueda (o SEO, por sus siglas en inglés). Cuando las personas buscan información en internet, les es más fácil mirar un video que leer artículos, lo que ha llevado a que YouTube actúe también como motor de búsqueda. Entonces, el uso del videomarketing también le dará una clasificación más alta en la página de resultados de Google.

El videomarketing tiene un mayor potencial para conectar con su público, además de un mayor alcance.

¿Cómo implementarlo?

Para aprovechar al máximo el potencial del videomarketing, se deben tener en cuenta varios puntos. Trey Robinson, de Forbes, recomienda primero entender a la audiencia, cuáles son sus necesidades o puntos de dolor, y cómo puede ayudar un video a aliviarlos. De esta manera se podrán elegir los temas correctos para su video, ya sea informativo, testimonial, detrás de cámara, o cualquier otro tipo. También es importante contar con la persona adecuada frente a la cámara, un presentador o presentadora que se sienta y haga sentir a la audiencia cómodos. Además, recomienda usar ayuda visual, editar apropiadamente y mantener el video con una duración corta, y así no perder la atención del público.

Aún existen algunos retos para implementar el videomarketing. Realizarlo correctamente toma tiempo, que es la principal razón detrás de los casos donde no se ha adoptado el videomarketing (un tercio de ellos). La segunda razón es el costo, seguida por el desconocimiento sobre cómo empezar. Sin embargo, como hemos visto, con los teléfonos y redes sociales, hoy en día es más fácil que nunca empezar a producir y difundir videos. La creatividad detrás de varios videos virales demuestran que no es necesario tener el mayor presupuesto, sino una buena idea.

Fuentes

¿Qué es el marketing verde? Beneficios y estrategias

Hoy en día, el cambio climático es una de las mayores preocupaciones en el mundo. En los últimos años hemos visto temperaturas cada vez más extremas. Solo en 2023 se han visto indicadores sin precedentes que han alarmado a la comunidad internacional. Por ejemplo, casi un tercio del océano mundial se vio afectado por una ola de calor marina, lo que ha dañado sistemas de alimentación vitales. Si no se toman medidas, estos efectos continuarán hasta perjudicar irremediablemente nuestra forma de vida.

Frente a esto, ha surgido una mayor conciencia ambiental en el público. En Perú, el 85% de personas consideran importante reciclar, y la mayoría de adultos indican estar dispuestos a cambiar su estilo de vista en beneficio del medioambiente. Este interés por la sostenibilidad promete transformar cómo se llevan a cabo diversos procesos, especialmente aquellos relacionados a los negocios. En este blog, exploraremos una de las formas de este cambio: el marketing verde.

¿Qué es el marketing verde?

El marketing verde consiste en promover productos o servicios que sean amigables al medio ambiente o tengan un impacto positivo en este. Implica incorporar la sostenibilidad en varios aspectos del marketing, desde el empaquetado hasta la promoción. De esta manera, las empresas pueden demostrar su compromiso con la sostenibilidad. Esto mejora su reputación corporativa y crea un vínculo con los consumidores verdes, aquellos que manifiestan preocupación por el medioambiente a través de sus compras.

Debe ser auténtico

La transparencia y autenticidad son claves para el marketing verde. Todo mensaje que demuestre que se está tomando la sostenibilidad en serio ayuda, pero debe ser demostrable. Un ejemplo claro es el yogurt Danone destacando en sus redes sociales la obtención del certificado B Corp. Por el contrario, cuando se usa información falsa o exagerada para aparentar un compromiso con la sostenibilidad mayor del que realmente se tiene, se incurre en greenwashing, o «lavado de imagen verde.» Esta práctica es rechazada por obvias razones. Al momento de publicar en redes sociales, ciertas afirmaciones relacionadas a la sostenibilidad están reguladas por organizaciones y guías como Green Claims Code o la Autoridad de Estándares Publicitarios en Reino Unido. Aunque no todos los países imponen medidas similares, estas pueden servir como un punto de referencia al implementar el marketing verde y evitar caer en el greenwashing.

El greenwashing afecta negativamente la reputación de marca

Las consecuencias del greenwashing son varias. Además de las posibles repercusiones por parte de organizaciones reguladoras, disminuye la satisfacción del usuario y provoca problemas a la hora de retener trabajadores. Eso sin considerar el obvio daño a la reputación, del cual solamente se pueden salvar las marcas ya posicionadas y con buena reputación por calidad o innovación. Para la mayoría de empresas, es mejor tomar un compromiso serio que fingirlo.

¿Cómo beneficia a las empresas?

Con el marketing verde se promueve el consumo responsable, lo que no solo ayudará a disminuir el impacto negativo sobre el ambiente, sino también a llegar a nuevos segmentos de mercado. Como Solitaire Townsend, emprendedor y especialista en sostenibilidad, dijo en Forbes: «las empresas cometen greenwashing porque lo verde vende.»

Ahora mismo es un excelente momento para empezar a practicar el marketing verde. Mientras aún existen varias empresas que aún no se comprometen al cambio o que fallan y caen en el greenwashing, los nuevos emprendedores y marketeros pueden lograr la diferenciación de marca, construir una comunidad leal, mejorar la reputación e impulsar el cambio.

¿Qué estrategias existen?

La herramienta clave para el marketing actualmente es el uso inteligente de las redes sociales. Los expertos recomiendan ser visual y hacer que la audiencia se involucre, comentando o gamificando las interacciones. El cambio para una sociedad sostenible requiere del esfuerzo de todos, los consumidores desean participar y mejorar el mundo. Pero el marketing abarca más que solo la difusión del mensaje. A continuación, veremos algunas estrategias del marketing verde:

  • Colaborar con influencers: En redes sociales existen diversos influencers enfocados en la sostenibilidad. Una colaboración con ellos no solo mejora la credibilidad, sino que también aumenta el alcance de la marca.
  • Enfocarse en el cambio: Las personas no suelen responder bien cuando se les indica que deben aplaudir. El mejor marketing verde no se enfoca en la marca, sino en el impacto que los consumidores tienen al comprar de la misma.
  • Educar e informar: Muchos consumidores no están familiarizados con los productos sostenibles o sus beneficios. Esto es una oportunidad para explicar la importancia de elegir opciones sostenibles.
  • Empaquetar y distribuir de manera sostenible: El marketing verde debe dar el ejemplo sobre cómo llevar a cabo procesos de forma sostenible. Se puede usar materiales reciclados, evitar el uso innecesario de papel, distribuir de forma eficiente los productos, entre otras medidas.
  • Buscar certificaciones: La mejor prueba del compromiso con la sostenibilidad son las distintas certificaciones oficiales.

Retos a enfrentar

No es fácil practicar el marketing verde. Uno de los mayores obstáculos está en el costo para la investigación e implementación de la sostenibilidad. Además, el precio de métodos y materiales eco-amigables suele ser más alto que las opciones tradicionales. Sin embargo, cuando se piensa a largo plazo y en lo mejor para el planeta, los beneficios del marketing verde valen la pena.

También se tiene que considerar que, en el futuro, todas las empresas y agencias de marketing se verán obligadas a enfrentarse a estos retos. Hoy en día las regulaciones están aumentando, y los marketeros deben estar constantemente informados para no caer en publicidad engañosa sobre sus esfuerzos ecológicos. Por ejemplo, en Francia iniciativas como Publicité Responsable invitan a las empresas a firmar contratos de marketing responsable, y Race to Zero, apoyada por las Naciones Unidas, busca similarmente que las agencias de marketing tomen responsabilidad y revelen sus clientes para determinar su impacto por el «carbono en anuncios.»

En conclusión, el cambio hacia un mundo sostenible es necesario e inevitable. Diversos esfuerzos se están realizando y a pesar de los retos, es preferible adelantarse a estos. El marketing verde es solamente una de las muchas maneras en que el mundo de los negocios, específicamente el marketing, puede adoptar esta mentalidad.

Fuentes:

Día Mundial de las Redes Sociales, ¿por qué lo celebramos?

En las últimas décadas hemos visto una rápida evolución de la tecnología. Gracias a internet y los teléfonos inteligentes podemos estar conectados con el resto del mundo en cualquier momento y desde cualquier lado. Esto, junto al surgimiento de las redes sociales, ha cambiado la forma en que nos comunicamos, tanto en nuestra vida personal como profesional. En este blog especial por el 30 de junio, día mundial de las redes sociales, explicaremos por qué y cómo es que llegaron a ser tan importantes en nuestras vidas.

¿Qué son las redes sociales?

Cuando hablamos de redes sociales, nos referimos a las plataformas o aplicaciones web que conectan a las personas. A través de ellas compartimos ideas, interactuamos y formamos relaciones con otras personas. Cada red social es diferente, pero siguen los mismos conceptos básicos. Todos los usuarios tienen un perfil, donde comparten cierta información básica y pueden publicar contenido (imágenes, posts, tweets, tik-toks, etc) a los que los demás pueden reaccionar. Las relaciones entre usuarios pueden variar según la red social. En Facebook hay amistades; en LinkedIn, contactos; y en muchas otras, se llaman simplemente seguidores.

Las redes sociales permiten la conectan a las personas a través de internet

Presencia en nuestras vida cotidiana

Si aceptamos que el humano es un ser social por naturaleza, no debería sorprendernos la manera en que las redes sociales se han incrustado en nuestras vidas. El potencial que representan para nuestra vida social resulta atractivo, y se demuestra en los números. Según los datos de Statista, hemos pasado de usar redes sociales 90 minutos al día en 2012 a 143 minutos en 2024. La brecha de las dos horas diarias se superó en 2018, y no ha bajado de ese umbral desde entonces. Además, un análisis de Kepios muestra que, hasta abril de 2024, las redes sociales cuentan con 5.07 miles de millones de usuarios, lo que representa un crecimiento anual de 5.4% (lo que equivale a 8.2 usuarios nuevos cada segundo). Aunque es cierto que los números deberían tomarse con precaución, pues un usuario nuevo no necesariamente representa a una persona única, el crecimiento de las redes sociales es innegable.

Impacto en el mundo de los negocios

¿Qué significa lo que hemos visto? Para ponernos en perspectiva, la cantidad de usuarios en redes sociales actualmente equivale al 62.6% de la población global, y este número sigue en crecimiento. El impacto de las redes sociales era inevitable. Son un nuevo canal de comunicación demasiado valioso, no solo accesible, sino también con gran alcance. Han cambiado la manera de hacer marketing, revolucionado la atención al cliente, incluso el reclutamiento de personal. Además, son una parte vital para la construcción de marca, tanto empresarial como personal.

Desde el 2018 el tiempo de uso promedio de redes sociales supera las dos horas diarias

¿Cómo llegaron a ser tan importantes?

Las primeras redes sociales

En 1997 la web recién estaba ganando popularidad entre el público común. Entre las empresas que surgieron en el boom de las compañías puntocom, apareció SixDegrees, la primera red social. Ya existían plataformas para que las personas hablaran por internet, pero la idea de Andrew Weinreich, creador de dicha red social, iba más allá. Con SixDegrees, se buscaba generar conexiones basadas en los perfiles de sus usuarios. Su nombre rendía tributo a la teoría de los seis grados de separación, que indica que todos estamos conectados por no más de seis vínculos de relación. Eso mismo era el punto más interesante de SixDegrees, que facilitaba a sus usuarios conocer a nuevas personas a través de sus contactos en común.

La primera red social tuvo que enfrentarse a múltiples retos, especialmente financieros, y en el 2000 se declaró en bancarrota. Aunque su presencia fue breve, sentó las bases para las redes sociales que le seguirían. Poco después, entre el 2002 y 2003, nacieron Friendster, LinkedIn, y MySpace.

SixDegrees fue la primera red social en internet

Cómo Facebook cambió todo

Fundada en 2004, Facebook empezó como una red social exclusiva para las comunidades universitarias, pero no tardaría en crecer para convertirse en el gigante que es ahora. Con una interfaz sencilla y funciones innovadoras, como la habilidad de etiquetar personas, el botón de ‘Me gusta’ y el feed de noticias, Facebook se volvió un complemento a la vida social de los jóvenes. En cuatro años superó a MySpace, y en 2012 contaba con al menos mil millones de usuarios al mes.

La segunda mitad de la década fue una época de grandes cambios en el uso del internet. Las personas querían compartir sus ideas, ganaba popularidad el microblogging y los celulares mejoraban sus aspectos técnicos. Facebook estaba mostrando el potencial de las redes sociales. Twitter, Instagram, Snapchat y muchas otras llenaron el mercado. Para 2010, las redes ya eran parte de nuestra vida cotidiana, y el 30 de junio la plataforma de medios digitales Mashable celebró el primer día de las redes sociales.

Facebook moldeó el escenario de las redes sociales actuales

Desde entonces las redes sociales no han parado de evolucionar. Facebook creció para convertirse en Meta, y después del escándalo de Cambridge Analytica, ha demostrado cuán lejos las redes sociales pueden llegar. Actualmente vivimos en un mundo donde la privacidad es una preocupación mayor. Nuevas redes, como TikTok, deben trabajar de forma transparente y ética, o enfrentarse a contramedidas como un posible baneo en los Estados Unidos.

Fuentes: